10 tips para manejar los problemas de atención en tiempos de educación virtual.
Los últimos meses le han dado un giro de 180 grados a nuestra existencia. Como todas las áreas, la educación recorre un terreno desconocido impuesto por el Covid. A pesar de los muchos e innovadores recursos tecnológicos disponibles, para fomentar la mejor actitud de docentes y estudiantes de todas las edades, la cuarentena ha sacado a flote las deficiencias digitales del sistema.
Las instituciones educativas cerraron sus puertas, de un día para otro. Así, sin más, 850 Millones de alumnos han dejado de asistir a sus centros educativos en todo el mundo, según el último recuento de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
¿A qué se enfrentan estudiantes y profesores?
Muchas de las más grandes empresas tecnológicas han desarrollado infinitas plataformas y herramientas para hacer de las aulas virtuales centros de actividad, o puntos de encuentro de la innovación. Intercambios de materiales, calendarización y recogida de tareas, calificación de exámenes y retroalimentación, investigación de fuentes y trabajo colaborativo, todo en línea, son entre otras, muchas de las actividades a las que alumnos y profesores se enfrentan ahora en su día a día.
Pero no todos tienen acceso a las mismas tecnologías y, lo que es más grave aún, es que no todos tienen las mismas habilidades para enfrentarse sin entrenamiento ni previo aviso a esta transformación digital. Aquellos que sufren dificultades en el aprendizaje, por ejemplo DDA, déficit de atención, o TDAH, trastorno de déficit de atención con hiperactividad, se enfrentan ahora más que nunca a un desafío inmenso.
Situación durante la pandemia
Durante el confinamiento nos ha sido común escuchar decir a los chicos, incluso de los colegios más prestigiosos: “este año no aprendí nada”. Claro, hay que entender que a los adolescentes les es propio totalizar sus mensajes, como todo o nada, nunca o siempre, pero finalmente nos dan cuenta de su decepción y agotamiento, pues la vida les exigió de pronto un gran esfuerzo para adaptarse a la “nueva normalidad”, bajo una inusual situación de estrés que conjugó cambios al unísono en muchos frentes como: estudios, familia, amigos, dinero, esparcimiento, etc. Los chicos han sufrido sus propias condiciones, pero en muchos casos también les afecta el estrés económico de sus padres.
Para brindar ayuda efectiva a un estudiante que está pasando por esta dificultad, es necesario identificar cuáles son sus circunstancias individuales, si en realidad la barrera de aprendizaje percibida es la causa del problema o es un síntoma de falta de hábitos, pérdida de conocimientos fundamentales (vacíos académicos), carencia de métodos de estudio, carencia en habilidades de comprensión lectora y razonamiento matemático, dificultades de relacionamiento con sigo mismo y con el entorno, apatía, miedo al fracaso, tristeza, falta de sentido o todo lo anterior.
¿Qué es prioritario atender?
- La disciplina (hábitos)
- los resultados (calificaciones)
- la motivación (actitudes/sentido)
- las habilidades cognitivas
- las habilidades relacionales
Todas son importantes y deben ser tratadas simultáneamente, para ello, el estudiante requiere del apoyo de un adulto que le guíe en el proceso hasta que logre confiar en sí mismo y en sus capacidades para ser autónomo. Un adulto que refleje al mismo tiempo compromiso, comprensión, autoridad y ternura, que sepa estar presente en la dificultad, pero también alejarse para que desarrolle autonomía y se valore a sí mismo.
10 tips para lograr una mayor atención
Existen múltiples estrategias que pueden ser útiles tanto para aquellos que les cuesta un poco más concentrarse como para todos los alumnos que están asistiendo a sus clases de forma virtual. A continuación compartimos 10 estrategias.
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Demostrar compromiso, Autoridad y Ternura:
Los padres, a través del diálogo permanente con su hijo, deberán lograr que éste se sienta amado, apoyado y valorado incondicionalmente incluso cuando deban ejercer autoridad para exigir su mayor desempeño , pero también deberá sentir que la autoridad le exige desarrollarse y cumplir con sus obligaciones, y que sus padres están siempre para sostenerle.
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Mediante el diálogo abierto:
Significa que tiene la certeza de que la familia tiene un verdadero compromiso por su desarrollo y felicidad, que sus padres le sostendrán con ternura en la dificultad, pero sin dejar de exigirle, con flexibilidad, que cumpla con sus obligaciones. Un Coach Educativo puede ayudar a la familia a descubrir nuevos valores
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Establecer una rutina estructurada y tratar de mantenerla. Atenerse a ella, día a día, ayudará a crear hábitos saludables de cuidado personal, de estudio, de esparcimiento y de colaboración en casa. Es importante planificar con anticipación, pero debe dejar siempre espacio para los imprevistos y ser flexible. Para esto será muy útil que su hijo tenga un horario y un reloj a la vista para poder controlar el tiempo.
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Extender tiempos de atención y pausar
Una de las claves más importantes, está en identificar el tiempo real de atención que cada uno tiene, de tal manera que se adapten los objetivos y actividades a ese tiempo. Poco a poco deberá autoexigirse para lograr periodos de atención de 45 minutos en promedio.
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Tomarse pausas activas es vital
Descansar y alejarse de la tecnología, permitirá a sus hijos descansar la vista y mejorar la concentración. Disfrute de cosas que le conecten con la vida: desarrolle sus intereses y habilidades y compártelas: deporte, tocar un instrumento, leer, bailar, pintar, cocinar, etc. Intente algo nuevo, hágase experto.
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Hacer ejercicio 30 minutos
Hacer ejercicio diariamente le permitirá activar el cuerpo, oxigenar el cerebro, disminuir el estrés y reactivar las redes atencionales.
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Dormir 8 horas
Existen periodos de sueño a los que cada niño o adolescente debería regirse según su edad, identifica cuál es el que tu hijo debe cumplir y ayúdalo a que se cumpla.
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Alimentarse e hidratarse bien
Una sana nutrición e hidratación constante impulsan un desarrollo físico, intelectual y emocional óptimos.
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Meditar y realizar ejercicios de respiración
Es una excelente herramienta para calmar la mente, relajar el cuerpo y lograr enfoque. Entrenar a la mente para introducir este tipo de actividad en su rutina, ayudará a que los chicos trabajen mucho mejor.
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Usar graficadores lógicos:
convertir la información en gráficos de causa efecto, líneas de tiempo, cuadros sinópticos, etc. usando colores y dibujos, ayuda a la comprensión temática, tanto como un todo como en sus partes, esto desarrolla el interés y gusto por aprender.
Al manejar de forma errónea los problemas de atención podrían desarrollarse situaciones conflictivas típicas en el hogar como peleas y reacciones desmesuradas. Evaluar de forma constante la relación con la educación virtual que tienen los niños y jóvenes, poner sobre la mesa la problemática que esta conlleva, permitirá considerar su complejidad e inferir tanto en la necesidad de la preparación profesional de los profesores y tutores online, como en la adaptación de los alumnos al sistema virtual para evitar cualquier tipo de conflicto. Solo así será posible mantener las dificultades dentro de los límites aceptables, o solucionarlas y se minimizará el impacto negativo en las personas involucradas en las actividades educativas y así mismo en la actividad didáctica como tal.
El rol de los padres y la familia
Aunque sea una tarea difícil, los padres juegan un rol muy importante en la educación remota de sus hijos y más aún si se trata de niños y jóvenes con problemas de atención. Se recomienda así, apoyarlos en este proceso y equilibrar la educación virtual con educación y trabajo de familia en el hogar.
De ser el caso, se deberá buscar el apoyo de tutores o profesores particulares para apoyar a los chicos que presenten algún tipo de dificultad al aprender. Un profesor que atiende un curso online o presencial a 15 o 20 personas, no se logra, pero una conversación a profundidad con el estudiante y sus padres puede. Es verdad que cuando se observa a la persona en su totalidad todas las áreas son importantes, pero una conversación profunda con cada persona podrá demarcar el camino a seguir.
Para obtener un diagnóstico oportuno, es pertinente contar con una valoración psicopedagógica profesional. El apoyo de un Coach Educativo, puede ayudar a la familia a comprender integralmente el problema y comprometerse en equipo a apoyar a su hijo y a que aquel se sienta y acepte ser apoyado.